Termina otro año y es hora de balances, para evaluar logros, revisar yerros, proponer correctivos e imponerse nuevos retos.

2019

El que termina no fue un año fácil; ninguno lo será mientras persistan las grandes carencias de la ruralidad donde desarrollamos nuestra actividad productiva. No obstante, el año empezó “con pie derecho”. En una decisión del gobierno Duque, más que de justicia, de total legalidad, FEDEGÁN reasumió la administración del Fondo Nacional del Ganado. Lo que vino después fue un gran esfuerzo de reorganización después de tres años durante los cuales se suspendieron todos los programas, con excepción del de Erradicación de la Fiebre aftosa, a pesar de lo cual se perdió la certificación de país libre con vacunación.

En consecuencia, la prioridad fue la recuperación del estatus sanitario, para lo cual, prácticamente “sin desempacar maletas”, realizamos un ciclo de revacunación en la zona de alto riesgo, y los dos ciclos semestrales, en alianza con el MADR y el ICA.

Reanudamos el Programa de Fomento al Consumo de Carne y Leche, no solo para recuperar espacios perdidos, sino para responder a las campañas que pretenden estigmatizar ambiental y nutricionalmente el consumo de carne. Ajustamos los programas de asistencia técnica y apoyo al ganadero, que girarán alrededor de una “ganadería sostenible”, no solo sintonizada con la problemática ambiental, sino productiva, rentable y con proyección exportadora.