La irrigación sobre los cultivos es una de las actividades más importantes del sector agropecuario. Esta actividad se logra gracias a los distritos de riego que posee el país y que les permiten a las comunidades tener acceso al recurso incluso en temporadas críticas, lo que evita que las áreas sembradas no se vean perjudicadas por la ausencia del líquido. (Lea: Distritos de riego en Colombia: necesidad latente sin solución a la vista)

 

Tras el intenso fenómeno de El Niño que golpeó al país, paulatinamente en algunas regiones han regresado las lluvias y con ellas la posibilidad de recuperar las tierras que se vieron afectadas por la escasez de agua. Sin embargo, los cultivos van a necesitar el riego para que la tierra vuelva a ser tan eficiente como lo era antes del verano.

 

Ante ese panorama, uno de los departamentos más afectados por El Niño es Atlántico. Aún hay zonas en las que no caen las precipitaciones esperadas, por lo que los productores deben idear alternativas para reducir al máximo las eventuales afectaciones.