Estos delitos tienen preocupados a los productores bovinos caucanos, ya que desestimulan la actividad comercial en las zonas urbanas y rurales del departamento. Ganaderos, comerciantes y agricultores aseguran que esta situación se vive hace muchos años.  

 

Andrés Acosta Noguera*, miembro del gremio pecuario del departamento, aseveró que la situación de orden público en el Cauca es crítica. Indicó que sus negocios se encuentran en el centro, en Popayán y en el sur, en la zona del Patía y que ha sido víctima de los vejámenes de la violencia.

 

“Hace un año me toco salir del campo y venir a vivir a la ciudad a raíz de las presiones de la guerrilla y la delincuencias común. Mi padre ha sido secuestrado 2 veces y a mí en 2 ocasiones me esperaron afuera de la finca. Estamos viviendo esta problemática desde 1991”, lamentó.

 

Según Acosta, él ni su familia pueden ir tranquilamente a la finca porque no saben en qué momento pueden ser abordados por estos grupos al margen de la ley para exigirles las vacunas. (Lea: Continúan presiones a ganaderos del Cauca para que vendan sus tierras)