Así lo planteó Pedro Alexander Beltrán, ingeniero agrónomo y ganadero, quien indicó que en búsqueda de docilidad en la producción láctea decidió realizar un cruzamiento entre ganado jersey y rojo noruego ya que al principio el trabajo con este último se convirtió en un dolor de cabeza debido a que estos animales son agresivos y de temperamento fuerte lo que impidió la efectividad y éxito en su lechería.

El trabajo de mejoramiento genético que realizó busca mejorar la producción y calidad de leche y la resistencia a enfermedades, así como la rusticidad de los animales.

Los ejemplares F1 de esta línea genética han arrojado resultados buenos en cuanto a su condición corporal ya que se han establecido en un peso intermedio de los 430 kilogramos que alcanza la raza jersey y los 600 de la rojo noruego. (Lea: 9 bondades que puede que usted desconozca de la raza Rojo Noruego)

Lo ideal es obtener animales medianos pero con buena musculatura para la facilidad en el manejo, tratando que los animales sean un porte más bajo. Un animal grande ocupa más espacio tiene mayor peso hacen que sean más difíciles de manejar, indicó.

A pesar que las dos razas de este cruce son muy buenas productoras de leche, es importante también que sean buenas madres pues de eso dependerá la repoblación y productividad del hato.

Estos bovinos, por ejemplo, crían terneros fuertes y vigorosos. Cuando son novillas a vacas se busca que estas últimas acepten el ternero porque hay animales que son muy reacios con sus propias crías pero en este cruce los resultados han sido buenos.