La ganadería es una de las principales actividades económicas en Colombia, la cual tiene una participación del 1.6 % del PIB nacional y 25.2 % del PIB agropecuario (DANE, 2020). La producción bovina se desarrolla a nivel nacional, bajo diferentes orientaciones productivas, como son: lechería especializada, doble propósito, cría, levante y ceba (Fedegán, 2018), lo cual significa un sistema de constante promoción, innovación y desarrollo a nivel territorial. (Lea: Colombia reglamenta el bienestar animal)

En ese sentido, La ganadería de leche especializada en Colombia afronta retos impuestos por el mercado y la necesidad de conversión hacia sistemas sostenibles, que atiendan el bienestar animal y sean resilientes al cambio climático. Hoy los consumidores exigen calidad y trato humanitario a los animales de donde proceden sus alimentos, por lo cual los investigadores, asistentes técnicos, asociaciones y productores, se han interesado en brindar mejores condiciones de vida a los animales en los sistemas productivos.

Por lo tanto, Las condiciones ideales en las que los animales deberían producir están enmarcadas dentro del concepto de bienestar animal. Este concepto, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) “designa el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere. El bienestar animal a su vez se sustenta en las cinco libertades y sus correspondientes provisiones:

1. Animales exentos de sed, hambre o desnutrición. Mediante la provisión de una buena alimentación.

2. Animales con apropiado confort y abrigo. Mediante la provisión de un buen alojamiento.

3. Animales libres de dolor y prevención o diagnóstico rápido y tratamiento de cualquier herida o enfermedad. Mediante la provisión de una buena salud.

4. Desarrollo de los modelos de comportamiento típicos. Mediante la provisión de espacios para un comportamiento apropiado.

5. Animales exentos de miedo. Mediante la provisión de un buen trato.