Las dietas basadas en subproductos de cosecha, agroindustriales o forrajes de baja calidad, el principal limitante, en el crecimiento de los microorganismos que habitan en el rumen, es el amoníaco en el líquido ruminal.

La cantidad de amoníaco que permite una digestión máxima en el rumen y, a su vez, una población alta de microorganismos, varía de acuerdo a la dieta. (Lea: ¿Conoce cuáles son los efectos nutricionales de la amonificación?)

Para los alimentos fibrosos, bajos en nitrógeno, o dietas en las cuales los carbohidratos son muy solubles (azúcares), las concentraciones críticas de amoníaco deben ser más altas que en los alimentos ricos en proteína.

Amoníaco anhidro

Es un gas puro derivado del petróleo, que se comercializa como gas licuado, por lo que requiere cilindros a alta presión. Se utiliza en la industria de electrodomésticos como refrigerante en neveras, congeladores y equipos de aire acondicionado.

En la industria siderúrgica, se usa para darle temple al acero, en la fabricación de algunas piezas metálicas y de cuchillas de implementos industriales, agropecuarios y de afeitar. También sirve como fertilizante y se inyecta en el suelo con equipos agrícolas especializados.

Tiene un fuerte y penetrante olor y puede ser tóxico para humanos y animales que lo ingieran en exceso, disuelto en un líquido o se expongan a sus vapores en sitios cerrados. Además, es un producto inflamable y es altamente corrosivo para los metales.

Amoníaco acuoso

Se trata de un producto líquido a presión atmosférica, compuesto de amonio disuelto y fijado en agua en concentración del 30 %. Se usa tanto en la industria como en el hogar. (Lea: Pasos para realizar la amonificación en época de sequía)

El amoníaco acuoso “es bien conocido por las amas de casa”, puesto que se usa para limpiar vestidos manchados con grasas. Su olor es menos fuerte, pero se debe almacenar en envases plásticos tapados y en sitios seguros.