La GRSB presentó su nueva hoja de ruta de sostenibilidad, con objetivos que se centran en el cambio climático, el uso de la tierra y el bienestar animal. Se ha fijado reducir en 30 % el “impacto neto del calentamiento global” de cada unidad de carne bovina producida.

Para cumplir con la meta, los miembros de GRSB implementarán nuevas prácticas en la producción y procesamiento, protegiendo y mejorando las reservas de carbono natural en el suelo. (Lea: Así es la participación de Colombia en la Mesa Global de Carne Sostenible)

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) estima que los potreros cubiertos por pastos por sí solos podrían secuestrar de 54 a 216 millones de toneladas de carbono al año para 2030.

La GRSB cubre todas las áreas de la cadena de valor de la carne de vacuno, desde productores y procesadores hasta minoristas y organizaciones de la sociedad civil. Entre sus miembros están Cargill, JBS, ComGroup, McDonalds, WWF, Rabobank y Bord Bia, entre otros.

El director ejecutivo de GRSB, Ruaraidh Petre, declaró: “El mundo depende de la carne de res y la industria depende de un mundo saludable para producirla. Es por eso que hay un impulso creciente en la industria para proteger y nutrir los recursos naturales de la tierra”.

De acuerdo con Petre, la conversación sobre la sostenibilidad de la carne de res es “más importante ahora que nunca”, reconociendo que su producción debe ser “más respetuosa con el medio ambiente, más socialmente responsable y más viable económicamente”.