El anuncio lo hizo el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, quien señaló que esta decisión se tomó en coordinación con el Fondo de Estabilización de Precios, y los recursos se distribuirán en $3.000 millones para un incentivo a la compra de excedentes y $1.000 millones para un incentivo a la exportación.

La idea es que la promoción al consumo de leche se haga con las medidas que se vienen proponiendo en el Consejo nacional Lácteo, en donde participan todos los actores de la cadena, a corto, mediano y largo plazo. (Lea: Polémica por altas importaciones de lácteos revive la necesidad del fondo tripartita)

Según lo ha expuesto el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, “son 30 millones de colombianos que no están consumiendo la proteína de origen animal transformada y en condiciones adecuadas de acuerdo a las normas que ha expedido el Gobierno”.

Para el dirigente el bajo consumo de lácteos se da, principalmente, en los estratos más bajos de la población colombiana, donde está muy por debajo del promedio de países más desarrollados.

A ello se suma que durante la cuarentena se ha reducido el consumo de productos lácteos, tal como lo ha señalado Asoleche. (Lea: Espaldarazo del Gobierno a productores de leche)

Por eso, el dirigente retomó la idea de crear un fondo tripartito en el que participen ganaderos, industria y Gobierno “para sacar al menos 400 o 500 millones de litros para darlos a los sectores populares con gran subsidio, de tal manera que en medio de esta pandemia, cuando la gente está sufriendo mucho, haya leche muy barata, queso y productos lácteos en los mercados populares con un sello de país que eventualmente lo diferencie de aquellas leches que procesa la industria pero que van a precio competitivo”.