De acuerdo con Fernando Sedano Ramírez, médico veterinario - zootecnista, especialista en reproducción bovina y coordinador técnico de Ourofino para Colombia, el último estudio que se hizo en el país sobre IATF arrojó que solamente el 9 % de las hembras en edad reproductiva se vienen inseminando, es decir, hay un potencial muy alto para trabajar con esa biotecnología, de la que se habla mucho, pero no se usa como debería. (Lea: Los factores para tener una IATF exitosa)

Por esa razón y como voz autorizada en la materia, indicó que para poder instaurar un programa de IATF es necesario que haya comunión entre el mayordomo y el ganadero, para que entre los dos se establezcan los parámetros del periodo voluntario de espera, que debe ser definido y puede estar entre 45 y 70 días.

Es decir, ese es el tiempo en el cual la hembra ya está lista después de la involución uterina, por lo que se sabrá si la vaca está lista para su primer servicio vía inseminación artificial o a través de la monta natural.

"Otro aspecto es la condición corporal, es importante que estas hembras entren a un periodo de IATF entre 2.5 y 3.5 o 4.0, no se pueden meter vacas muy delgadas ni tampoco se puede hacer aquellas que estén muy gordas", explicó. (Lea: Recomiendan implementar la inseminación artificial en la lechería)