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Ganadería requiere transferencia de conocimiento para ser más rentable

Para Lafaurie, el Estado nunca ha tenido interés ni en lo rural, ni en lo agropecuario. Foto: Costanoticias.
Para Lafaurie, el Estado nunca ha tenido interés ni en lo rural, ni en lo agropecuario. Foto: Costanoticias.
Por: Revista Misión Pymea

José Félix Lafaurie, actual presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, habló con la Revista Misión Pyme sobre el panorama del sector, la inseguridad y lo que ella le representa al país en pérdidas económicas, la delicada situación que se deriva del contrabando y sobre lo que le espera a las exportaciones en este 2014, entre otros temas.
 
 

Revista Misión Pyme (RMP): ¿Cómo les fue a los ganaderos en el 2013?
José Félix Lafaurie (JFL): El año 2013 fue un año sensible para la ganadería colombiana. A pesar que los precios de los animales vivos han venido repuntando ligeramente, estos hoy son equivalentes a los precios que se tenían en 2004. Mientras tanto los costos de producción son cada vez más elevados. En el caso de la leche, las importaciones, se desaceleraron un poco debido al alto precio internacional. Si el precio de la leche en polvo hubiera estado como lo estuvo en 2012, el desastre no se habría hecho esperar. Pero las exportaciones lácteas, esas sino despegan.
Lo demás usted lo ha visto, una situación crítica para todo el sector agropecuario por falta de políticas públicas, inseguridad creciente, crédito caro, el contrabando desbordado, inseguridad jurídica, falta de infraestructura, ausencia de admisibilidad sanitaria con unos TLC que cada vez son más intensos, mientras tanto la prometida agenda interna aun en el olvido. (Lea: “El país se enfrenta a la ruina del campo”: Lafaurie Rivera)

RMP: ¿Cómo han evolucionado las cifras de contrabando de ganado en el último año? ¿Qué medidas se están considerando para frenarlo?
JFL: Se ha estimado que el contrabando de animales vivos, productos cárnicos y lácteos supera los US$230 millones, originado principalmente en Venezuela para el caso de carne y bovinos, y leche en polvo desde Ecuador. Para frenar el contrabando, se requiere de la actividad conjunta de las autoridades civiles y sanitarias en las zonas de frontera, labor que actualmente presenta grandes vacíos. Lo peor de esto es que se pone en riesgo el estatus sanitario como país libre de aftosa, y se juega con la salud pública de los colombianos.

RMP: ¿Cuáles son las medidas que el Gobierno debe implementar para impulsar la productividad del sector?
JFL: Aquí la tarea es inmensa porque el Estado nunca ha tenido interés ni en lo rural, ni en lo agropecuario. Hay cosas muy transversales que la política pública debería brindar, como son los bienes públicos y la infraestructura, mayor acceso a crédito y tasas de interés de verdadero fomento, así como asistencia técnica y transferencia de tecnología.
En el caso del sector ganadero, hace un largo tiempo, venimos pidiendo con urgencia admisibilidad sanitaria para aprovechar los diferentes TLC. Además estamos en mora de contar con un verdadero sistema de trazabilidad e identificación bovina. Así mismo, el Estado debe dirigir su mirada a los sistemas silvopastoriles, que traen consigo grandes beneficios productivos, reproductivos y ambientales. Si no se le da el lugar que se merece al campo, hablar de paz es utópico.

RMP: ¿En exportaciones cómo evalúa lo que se dio en 2013 y qué esperan para 2014?
JFL: 2013 cierra con un balance positivo en materia de exportaciones de productos cárnicos pues aumentó el valor total exportado al pasar de US$398 millones en 2012 a US$496 millones en 2013, sin embargo aún el 60% del portafolio exportador consiste en animales vivos, concentrándose el total de las exportaciones en el mercado venezolano. Para 2014 se espera un buen dinamismo de las exportaciones, con destino principal al mercado venezolano y se continúa a la espera de la admisibilidad sanitaria para diversificar el mercado exportador.
En cuanto a las exportaciones de productos lácteos, estas presentaron una mejor dinámica durante 2013, aunque no suficiente. En total se realizaron ventas por un valor de US$ 35 millones, lo que significa un aumento de 660,4 % respecto al año 2012. Esta situación obedeció principalmente al aumento de las exportaciones de leche en polvo a Venezuela, las cuales pasaron de 201 toneladas en 2012 a 6.340 toneladas en 2013. Sin embargo, aún es lejana la cifra de US$78 millones alcanzada en 2008 sin que se tuviera un grueso de TLC como los que se tienen hoy, que lamentablemente son desaprovechados. Para 2014 se espera una situación similar a la de 2013, pero se encienden las alarmas ante una nueva avalancha de importaciones de productos lácteos debido a la tendencia a la baja en los precios internacionales de la leche. (Lea: “La ganadería no está en venta”: José Félix Lafaurie)

RMP: ¿Qué oportunidades pueden tener en el marco de los TLC suscritos?
JFL: Oportunidades hay muchas, pero de nada sirven si no tenemos admisibilidad sanitaria en los países que hacen parte de esos TLC. Entonces esas oportunidades, ante la mirada indiferente de nuestras instituciones, se están convirtiendo en amenazas. Particularmente en el sector lácteo, se ha presentado erosión de la rentabilidad como producto del drástico aumento de las importaciones, motivadas por unos precios internacionales de la leche a la baja, mientras que en materia de exportaciones no se han logrado mayores avances.
Por su lado, en el sector de la carne el impacto de los tratados de libre comercio ha sido menor por el lado de las importaciones, pues el precio del ganado gordo en Colombia sigue siendo más competitivo que el de sus principales competidores. Sin embargo se destruye valor en el transporte, transformación y comercialización. En el caso de las exportaciones, aun no despegamos en los países con TLC porque el ICA no ha hecho la tarea en materia sanitaria.

RMP: ¿Qué aspectos deben mejorar los ganaderos para hacer más rentable la actividad?
JFL: Para hacer más rentable la actividad se requiere en principio de transferencia de conocimiento y tecnología, mayor y mejor asistencia técnica, así como la consolidación de Buenas Practicas Ganaderas. Esos son los puntos fundamentales para el mejoramiento productivo y reproductivo en la finca. Sin embargo, hay una gran tarea por desarrollar en materia de reducción de costos de producción que golpean diariamente la rentabilidad del sector.

RMP: ¿Qué actividad tienen más potencial? (carne, leche o doble propósito)
JFL: Aunque soy de los que piensa que entre mayor especialidad de la actividad se obtiene mayor eficiencia, también es cierto que toda actividad que se realice con eficiencia tiene gran potencial. Hablando del doble propósito, este se terminó fomentando porque con las políticas aperturistas de los noventa, los agricultores quebraron, y dejaron sus actividades agrícolas para dirigirse a una que les generara algún nivel de ingreso para vivir. Esa actividad fue la ganadería, y sobre todo la de doble propósito que garantiza una entrada diaria de dinero pues la vaca produce leche todos los días.
Aquí hay que trabajar por toda la ganadería, pues toda tiene potencial, siempre y cuando el Estado a través de las políticas públicas, le dé su lugar. No obstante, lo que muestran los mercados internacionales es que la demanda de carne crecerá a un mayor ritmo que la oferta y es más factible que allí se presenten más oportunidades. (Lea: “La ganadería es la cenicienta del sector agropecuario”: Lafaurie)

RMP: ¿Cómo puede el sector financiero apoyar el mejoramiento productivo del sector ganadero?
JFL: Actualmente solo un 3,8% del crédito total es destinado al sector agropecuario. Adicional a la falta de cobertura de crédito, el sector financiero impone unas altas tasas de interés, sumadas a una constitución de garantías que hacen inviable el acceso al crédito por parte de los ganaderos, y en general por parte de la población rural. Esta situación no se compadece con el rezago en la formación bruta de capital fijo rural, ni con las urgencias de la reconversión.
Por lo tanto, además de la ampliación de los recursos del programa DRE y de Finagro, es importante canalizar recursos de la banca privada, en condiciones que consulten la realidad de la producción en cuanto al costo, requisitos de acceso y amortización, de acuerdo con los ciclos de ingresos de cada renglón productivo. Indudablemente, si se amplían los recursos destinados al sector y se ofrece mayor inclusión financiera a los ganaderos, esto redundará en la mejora de parámetros técnicos de la ganadería.

RMP: ¿Qué inversiones son necesarias para lograr más competitividad?
JFL: Es necesario invertir en infraestructura, vías y bienes públicos, en transferencia de tecnología y de conocimiento, en asistencia técnica, en distritos de riego, en instrumentos que permitan reducir los costos de producción, por supuesto en seguridad. En el caso más específico de la ganadería es importante invertir en la consolidación de la sanidad animal, erradicando otras enfermedades como lo hicimos con la aftosa.
En genética así como en alimentación bovina más cuando el cambio climático nos viene pegando muy fuerte, y algo muy importante que son los sistemas silvopastoriles que mejoran nuestra productividad, nuestra competitividad y nuestro medio ambiente.

RMP: ¿Se puede cuantificar el impacto de la inseguridad sobre la actividad ganadera? ¿En cuánto?
JFLEl solo contrabando asciende a más de US$200 millones, a eso súmele las perdidas por abigeato y por extorsión a ganaderos que se ha incrementado. Además el secuestro ha vuelto, y por todo tipo de actores criminales, FARC, ELN, Bacrim. Definitivamente se perdió mucho terreno frente a lo que se había logrado. (Lea: “El contrabando es un crimen contra los ganaderos”: Lafaurie)

RMP: ¿Qué riesgos enfrenta la ganadería en el corto y mediano plazo?
JFL: Tenemos riesgos de todo tipo. El primero de ellos es el deterioro de la seguridad, que requiere soluciones inmediatas. También hay incertidumbre respecto a lo que el Gobierno está negociando en La Habana con el terrorismo. El mercado de tierras está parado, porque no sabemos si Colombia terminará como Venezuela, además los inversionistas están espantados. Le doy un dato: en los últimos dos años se han ido inversiones por más de USD$900 millones en el sector agropecuario, porque no se sabe que va a pasar con nuestros campos que se negocian en Cuba.
También hay inseguridad jurídica, por eso la inversión no llega. Hay riesgos geopolíticos, como los de las Zonas de Reserva Campesina y la influencia del socialismo del siglo XXI en nuestra democracia. A eso súmele el cambio climático, que ya anuncia un fenómeno de El Niño desde el mes de julio. Y por supuesto los riesgos de rentabilidad, en dónde los precios no son los mejores, porque con los TLC empezamos a importar mucho, y no los aprovechamos para exportar pues el Gobierno y el ICA no han hecho la tarea de alcanzar la admisibilidad sanitaria.
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