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Un plantón para que haya justicia

A 18 años del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado

Resulta paradójico que tengamos hoy que venir muchos colombianos ante la Fiscalía a exigir que el crimen de Álvaro Gómez Hurtado sea declarado crimen de lesa humanidad. Es una vía para que el Gobierno escuche y evite que ese execrable crimen quede en la impunidad. Y es paradójico, porque fue precisamente Álvaro Gómez Hurtado, quien lideró las iniciativas para que en Colombia tuviéramos justicia. Con estas palabras señaló el dirigente conservador, José Félix Lafaurie Rivera, la dimensión de la protesta civilizada, para que las cosas no simplemente pasen, sino que se avance en sus resultados.

“Lo que termina siendo inexplicable es que hayan víctimas de primera y víctimas de segunda. Parece que hay un criterio selectivo de la justicia. Porque no solamente en el caso del doctor Galán, también en el de Colmenares, el director de La Opinión que fue asesinado en unas condiciones similares en Cúcuta, se advierte que la justicia ha tenido más interés en resolverlos y no el de Álvaro Gómez Hurtado. Me parece que cuando hay gente que contribuye a la construcción de justicia y democracia, de patria, el país debe devolverle al menos, la posibilidad de que su crimen no quede impune”, afirmó Lafaurie Rivera.

Y es que una de sus mayores preocupaciones de Álvaro Gómez fue la ausencia de justicia y el crecimiento del fenómeno de la impunidad. Hoy recodamos las elaboradas reflexiones que sirvieron de base para propuestas del ilustre pensador, como el sistema acusatorio y la creación de la fiscalía, la elección popular de jueces y la necesidad de modernizar la justicia.

“El Plantón que hoy hicimos ante la Fiscalía además de honrar a un ilustre colombiano que le propuso al país pensar en grande, evoca la necesidad del imperio de la ley, de la majestuosidad de la ley. Hoy más que nunca se hace evidente que sin una justicia fuerte, independiente y efectiva, Colombia no podrá reconstruir su tejido social y la convivencia pacífica”, aseguró Lafaurie.

El inmolado líder, en repetidas ocasiones, advirtió que la corrupción que se apoderó de la sociedad, la violencia, el conflicto armado y la delincuencia organizada, junto con la desconfianza ciudadana en el Estado y la inestabilidad de muchas relaciones económicas, son el resultado de una mala justicia.

Este panorama, que no ha cambiado, hoy se ve agravado por la falta de confianza del ciudadano en el sistema judicial. En la última encuesta de Gallup, lo considera tan mal como al mismo Congreso o a los partidos políticos. El 71% de los colombianos calificó desfavorablemente, afirmó Lafaurie Rivera, en el sentido homenaje que la familia Gómez Hurtado y muchos seguidores le hicieran al doctor Álvaro, como muchos le llamaban. Es un crimen que no puede quedar en la impunidad.
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