De los 729 millones de personas pobres que viven en zonas rurales y marginales, se calcula que unos 430 millones son ganaderos pobres que en su mayoría tienen rumiantes. 

 

Los rumiantes transforman su alimentación en productos alimenticios de alto valor para los seres humanos (carne y leche) mediante fermentación entérica. También proporcionan componentes importantes tales como ahorro de activos, tracción, estiércol para combustible y fertilizantes, y fibra.

 

 

Edgar Cárdenas, zootecnista profesor de la Universidad Nacional señaló en un boletín de prensa de la UN que “los bovinos contaminan el ambiente a través de la respiración y exhalación de metano proveniente de la fermentación que hacen los microorganismos en el rumen. El 90 % del metano es expulsado por la boca, el 9 % es respirado y el 1 % es expulsado por el ano”.

 

Los alimentos presentes en el tracto digestivo o rumen de los rumiantes se fermentan. Los veterinarios la denominan fermentación entérica.

 

Es parte del proceso natural digestivo de los rumiantes. Allí los microbios se descomponen produciendo la fermentación de los alimentos.