David Villamil, aspirante al título de ingeniero agrónomo de la UNAD, se ha interesado desde hace varios años por esta problemática, que a principios de 2016 ocasionó la muerte de más de 700 bovinos, según sus cuentas, aunque podrían llegar a más de 2.000.

                                                                                                                              

En esta ocasión, después de la prolongada sequía atribuida al fenómeno de El Niño, el estudiante empezó a trabajar en un proyecto con el cual buscaba dotar de herramientas al ganadero para prevenir esta situación. (Lea: Intoxicación por nitratos en bovinos fue más intensa este año)

 

“Primero caracterizamos por qué se intoxicaban las vacas en la zona, qué hacía que los nitratos estuvieran disponibles en el suelo, qué justifica que en una finca se intoxiquen más vacas que en otra. Partiendo de esa premisa, hicimos una caracterización fisicoquímica y microbiológica del suelo”, aclaró.  

 

Entre sus hallazgos, encontraron que el suelo en el valle de Ubaté tiene un pH promedio de 5.4 y la textura es franco limosa, lo que no explica por qué ocurre la intoxicación. No obstante, también observaron desbalances en minerales, particularmente azufre, fósforo y calcio, así como en otros elementos.