El hurto de animales sigue siendo uno de los delitos que más afecta a los ganaderos colombianos. Los delincuentes aprovechan la oscuridad, soledad y silencio de la noche para dar sendos golpes a la propiedad de los productores quienes no saben a quién acudir para ser defendidos. (Lea: Meta concreta un plan de acción contra el abigeato)

 

Esa situación viene saliéndose de control en Guachetá, un municipio que hace parte del Valle de Ubaté, importante zona de producción lechera de Cundinamarca y Boyacá. Allí, un grupo de productores denunciaron que el robo de animales pasó de ser un hecho aislado a una constante, a tal punto que no duermen porque creen que les están robando sus semovientes.

 

Horacio Andrade Martínez*, empresario de la zona dijo que la situación se salió de todo control, pero culpó a las autoridades de lo que ocurre en el municipio, ya que a pesar de las denuncias de las víctimas de los hurtos, sus acciones no son contundentes ni las respuestas que dan frente a la creciente inseguridad de la población.

 

Andrade Martínez aseveró que durante una reunión con la Policía, el comandante de la zona dijo que los ganaderos no podían dormir tanto y estar más pendientes de la vigilancia, declaración que no solo causó malestar sino indignación entre quienes padecen la delincuencia. (Lea: El abigeato se ha convertido en un delito sistemático en Colombia)