Los ganaderos del municipio de Yacopí en Cundinamarca donde se registró el segundo brote de fiebre aftosa del país en ocho predios ganaderos, revelan cada vez más su preocupación por la difícil situación económica que viven en su región debido a que su sustento se debe precisamente a las actividades pecuarias.

 

Para comenzar el virus fue detectado el 12 de julio de 2017 y hasta el 25 de julio comenzaron la autoridades a sacrificar animales. “Pasaron 13 días para que llegaran con la maquinaria a hacer las excavaciones donde se enterrarán esas reses”, dijo un ganadero que pidió mantener su nombre en reserva.

 

Según el productor, el brote de aftosa se presentó en un ganado que llegó de Venezuela por Catatumbo y luego fue subastado en La Dorada y posteriormente llegó a Yacopí. Le preocupa que es un ganado que viajó por muchas partes y tuvo un recorrido muy largo que pudo dejar  contaminación a su paso. (Lea: Graves denuncias de ganaderos en Cundinamarca tras foco de aftosa)