José Benito Herrera, vicepresidente de la Asociación de Ganaderos de Castilla La Nueva, contó que las fuertes lluvias que se presentaron hasta hace algunos días, hicieron mella en la producción de leche en la región.

 

“La calidad y la cantidad de pasto bajaron mucho por el intenso invierno. Ahora está tratando de recuperarse pero es lento”, aseguró el productor. (Lea: Nuevo proyecto busca fortalecer la producción lechera en Meta)

 

En efecto, debido a las precipitaciones que comenzaron en abril y mayo, el exceso de humedad causó una baja en la oferta de forraje, pues los potreros se encharcaron y las pisadas de los animales cubrieron los pastos con barro.

 

A esto se sumó la reducción en el pago del lácteo, un fenómeno que ha causado graves pérdidas para los ganaderos de todo el país, y a los que no fueron ajenos los del Meta.

 

Según contó Herrera, los productores de la región habían empezado a volcarse hacia el sistema doble propósito, con el objetivo de obtener más ganancias, pero este año no han recibido los resultados esperados. (Lea: Todo un reto producir leche en el trópico del Meta)