Ganadería de conservación, otro caso de armonía con el ambiente
Publicado por CONtextoganadero.com on Monday, 12 September 2022
Es el caso de Sebastián Cubillos, de la finca El Jaguar, quien en el noroccidente de Cundinamarca, a 1.300 metros sobre el nivel del mar con un temperatura de 19 grados y humedad relativa del 80 %, desarrolla su actividad de ganadería de conservación.
A pesar de las limitaciones su propietario se ha trazado metas de rendimiento y la manera de alcanzarlas ha sido a través de la ganadería de conservación, según contó en una nota de La Finca de Hoy.
En este predio se cuenta con ganado de levante y ceba y se espera que los animales tengan una ganancia de peso entre 10 y 15 kilos mensuales. Allí todo se hace en pastura ya que no hay establos ni tampoco se ofrece concentrado como parte de la alimentación.
El secreto está en no alterar el ambiente natural de la finca ya que cualquier cambio en la tierra o la eliminación de flora podría motivar la erosión, más en esta zona que a pesar de ser considerada de clima templado ya no es posible establecer con exactitud las temporadas de invierno o de verano. (Lea: Ganadería y agricultura de conservación, una práctica con mirada futurista)
Estas zonas mantienen su ecosistema campestre donde se busca conservar para ayudar a los terrenos que sean más estables ya que con la tala de árboles llegan los derrumbes y el derribamiento de las tierras.