El fantasma de la destrucción de demanda
Publicado por CONtextoganadero.com on Thursday, 11 August 2022
Uno de los problemas más complejos a los que se enfrentan las economías modernas de todo el mundo es cómo recuperar el control de las fuerzas inflacionarias sin provocar una recesión. Sus decisiones tendrán un gran impacto en todos los sectores agrícolas a nivel mundial, incluyendo la producción porcina. Todo el mundo sabe que, cuando sube el precio del cerdo, la gente come menos, lo que reduce la demanda tanto local como internacionalmente.
Estoy hablando de menos "cantidad demandada" porque los precios han aumentado. Esto es fácil de entender. Sin embargo, esto es sólo el principio. A medida que la inflación hace aumentar el precio de todo, incluida la carne de cerdo, los beneficios reales caen y, si esto se mantiene, la demanda (el deseo a largo plazo de un producto a varios precios) cae. Son dos cosas distintas.
Si no ves clara la diferencia, ten en cuenta que cuando la carne de cerdo sube, la gente compra menos porque transfiere la compra a una proteína más barata, como el pollo. En cambio, cuando los beneficios reales caen, la gente comprará menos cerdo a cualquier precio, aunque vuelva al precio anterior. Esto se llama destrucción de demanda y es una perspectiva muy real, que se suma a la destructividad de una inflación prolongada.
Exactamente por los mismos principios, la producción global de carne de cerdo se ha desacelerado (la “cantidad ofertada” al mercado) debido a los elevados costes de la energía y del pienso (junto con todas las otras cosas que un productor porcino debe comprar).