Tras el foco de aftosa ocurrido en Tame, Arauca, los ganaderos confiaban en que no hubiera presencia de la enfermedad en otras regiones del país. Incluso cuando todos esperaban que el anuncio del ministro Iragorri fuera para dar por terminado el suceso en suelo araucano, sorprendió al país al revelar que en Yacopí estaba presente el virus.

 

A partir de ahí empezó el drama para cientos de ganaderos, pues la comercialización de ganado –principal actividad de la población– quedó totalmente prohibida. La leche tampoco fue recogida y muchos optaron por cuajar el producto y convertirlo en queso. (Lea: Ganaderos de Yacopí, revelan su crítica situación ante la cuarentena)

 

Los empresarios dejaron de vender animales hacia mercados del Magdalena medio y Zipaquirá, por lo que las pérdidas son cuantiosas. El inicio tardío del sacrificio de animales, ante la complejidad del terreno para acceder a las veredas afectadas, también ocasionó demoras en el proceso y alarma en la comunidad.

 

Germán Pinzón Salinas, presidente de la junta directiva de la Asociación de productores lecheros de Yacopí, Asoproleya, tildó de ‘grave’ la crisis económica y el drama social que vive el municipio, pues muchos productores llevan un mes sin recibir dinero, por lo que han tenido que despedir al personal que les ayudaba las fincas.