En agosto de 2016, luego de 9 años y 7 aplazamientos, el Gobierno empezó la implementación de las normas para modernizar el sector cárnico del país, principalmente el decreto 1500 de 2007 establece los requisitos sanitarios e inocuidad para desposte y procesamiento de la carne.

 

Al cabo de un año, 29 plantas estaban autorizadas por el Invima bajo estas reglamentaciones, y para diciembre de 2017 se contabilizan 37, la mayoría concentradas en Bogotá y Antioquia. (Informe: Estatus de las plantas en el primer año de vigencia del Decreto 1500)

 

Según el reporte de la entidad, en agosto de 2018, o 2 años después de implementar el decreto, 3 plantas más obtuvieron la autorización, así como se incluyeron otros 2 establecimientos acondicionadores, en Bogotá y Sabaneta (Antioquia).

 

De acuerdo con la norma, estos sitios son diferentes a los expendios de carne, donde se realizan una o varias operaciones relacionadas con el corte, lavado o empaque de la carne y productos cárnicos. Generalmente, estas materias primas provienen de las plantas de beneficio o desposte autorizadas por el Invima.