El pasado miércoles 1 de marzo fue declarado como un “día histórico” para el presidente de Juan Manuel Santos, pues ese día comenzó la entrega de las armas por parte de los integrantes de las Farc que se trasladaron a las zonas veredales.

 

En cambio, los disidentes de los frentes primero y séptimo de la guerrilla decidieron refugiarse en  la región Amazónica y siguieron ejerciendo su propia ley en predios rurales del departamento de Guaviare. (Lea: Este fue el panorama de extorsiones en Colombia el año pasado)

 

“Nos preocupa mucho la delincuencia. En casi todo el departamento siguen cobrando vacunas en las fincas, común y corriente. Como aquí no hubo desmovilización, esos guerrilleros tienen unos centros de concentración en el Guaviare”, indicó un ganadero que prefirió la reserva de su nombre.

 

De acuerdo con la fuente, los guerrilleros llegaron al departamento por el municipio de Puerto Concordia, Meta, donde todavía siguen operando y se instalaron en otras poblaciones como Calamar y El Retorno.

 

Estos delincuentes estarían cobrando hasta $20 mil por cabeza de ganado anualmente. Recorren las fincas de la región y exigen el pago. De lo contrario, secuestran a la persona durante uno o 2 días mientras reciben el desembolso. (Lea: Denuncian que las Farc estarían reclutando jóvenes en Guaviare)