Los ganaderos colombianos emplean el silo como una alternativa ante la escasez de pastos en temporadas de extrema sequía o intensas lluvias, reemplazando totalmente el forraje, en lugar de ofrecerlo como un suplemento a la alimentación habitual.

 

Así lo aseguró Germán García Borbón, zootecnista experto en nutrición bovina y director de Gestión Ganadera, quien a través de esta empresa ha tratado de cambiar esa mentalidad en los pequeños y medianos ganaderos. (Informe: Aspectos que ayudan a determinar la calidad del silo)

 

“Cuando falta la comida en verano, y también en invierno cuando no se permite pastorear a los animales por exceso de agua en las praderas, los productores confinan a los bovinos y les dan ensilado. Pero una utilización racional y técnica del ensilado debería hacerse teniendo en cuenta otros aspectos”, afirmó.

 

Según el experto, los productores reciben bolsas de silo entre 40 y 50 kg, bien sea comercializada o como donación del Gobierno. En términos generales, cada bolsa es una ración diaria para 3 bovinos, si se tiene en cuenta que cada animal consume 15 kg.

 

Añadió que, para hacer un aporte adecuado de nutrientes y materia seca, el ganadero debe suministrar mínimo 10 kg de ensilado con el 30% de materia seca (MS), esto es, 3 kg de MS.  (Lea: Estos son los rendimientos del maíz maximus cuando se emplea como silo)

 

“Si da 15 kg (de ensilado), está dando 4.5 kg de materia seca, que ya son cantidades importantes. Darle a una vaca 1 kg no tiene sentido, es botar la plata, porque se convierten en 300 gramos de MS que no aportarán nada”, precisó García Borbón.

 

De otro lado, cuando se trata de silos industriales de montón, apuntó que es necesario elaborar una estrategia de suministro con el fin de producir una cantidad significativa del producto, que pueda ser almacenado y utilizado oportunamente.