Con el fin de ayudar a los expendedores y compradores de queso, la entidad detalló las condiciones del producto cuando no cumple con los requisitos sanitarios que garantizan su calidad e inocuidad para ser consumidos o utilizados en la elaboración de otros productos.

 

En muchos casos no cuenta con empaque adecuado, ningún tipo de rotulado y su almacenamiento no garantiza la cadena de frío, pues se encuentra a temperatura ambiente, sucio y de colores anormales (rojo, verde, azul). (Informe: La encrucijada del contrabando de queso)

 

Se trata de productos sin pasteurizar que contienen patógenos responsables de enfermedades gastrointestinales, asociadas con síntomas como fiebre, malestar general, cólicos abdominales, nauseas, vómito, diarrea o deshidratación. En 2017, el Invima fue notificado por 16 casos de enfermedades relacionadas con el consumo de queso.

 

De acuerdo con el Invima, desde Venezuela llega queso mozzarella a través de Arauca y los Santanderes, que luego se distribuye por todo el país sin ningún tipo de refrigeración ni condiciones aptas para su consumo. En el último operativo, la Polfa decomisó 6.5 toneladas de este queso.