La clasificación lineal es la evaluación de la estatura, el pecho, la profundidad corporal, vista posterior y lateral de las patas, la inserción anterior y posterior de la ubre, la colocación de los pezones, entre otros aspectos que todo ganadero debe hacerle a sus semovientes.

 

Entre más claridad tenga el productor bovino sobre cada uno de esos aspectos mayores serán los niveles de productividad y reproductividad que obtenga en su predio.

 

Realizar este tipo de actividades determina, según los expertos, el futuro del hato, ya que dependiendo de las selecciones que se lleven a cabo se reflejará el trabajo en mejoramiento genético.