Carlos Granados, líder técnico de pastos para Yara Colombia, señaló que la implementación de las buenas prácticas en fertilización parte de comprender que los forrajes son un cultivo, y en este sentido propuso dejar de lado el uso casi exclusivo de nitrógeno en los pastos.

 

“El proceso arranca con un análisis de suelos, que es la carta de navegación de la finca, es una inversión tal como comprar una cantina, una droga o un animal, porque es un insumo que nos dice para dónde vamos”, dijo. (Lea: Aspectos a tener en cuenta al realizar un plan de fertilización)

 

De acuerdo con el experto, este estudio permite reducir riesgos a la hora de invertir en fertilización, por lo cual sugirió hacerlo cada año o cada 2 años. Además, recalcó la importancia de usar por completo la información obtenida, pues ha conocido los casos de varios ganaderos que dejan guardados estos análisis.

 

Granados recordó que en estos estudios, los laboratorios entregan resultados de 12 nutrientes pero únicamente hacen recomendaciones sobre el nitrógeno, descartando la corrección de los otros elementos como fósforo, potasio, calcio, magnesio, boro y zinc.

 

Asimismo, este análisis y una evaluación en campo determinan el manejo físico de la pradera, y saber si hay que descompactar, romper colchones o eliminar tallos, por ejemplo. (Reportaje: Sin fertilización no hay forraje y sin pasto no hay producción de leche)