Los cierres de las plantas de beneficio por cuenta del Decreto 1500 perjudicaron seriamente a los ganaderos y carniceros de Nariño, en Antioquia. La población se quedó sin su matadero local para abastecer la demanda de proteína y ahora deben enviar las canales hasta Sonsón para que allí se adelante el faenado. (Lea: Comprar carne en los expendios formales, un asunto de sanidad)

 

Sin embargo, desde hace varios días atrás la situación empeoró por cuenta de un cierre temporal en el frigorífico de los sonsoneños, lo que obligó a los comercializadores de carne y empresarios pecuarios a realizar el beneficio de los semovientes en Rionegro.

 

Ese hecho no cayó nada bien en Nariño, pues no solo los costos para sacrificar los semovientes han incrementado considerablemente, sino que el estado en el que llega la carne no es el adecuado, así lo hizo saber Rodrigo Henao Pérez, presidente de la Asociación de Carniceros y Ganaderos de dicha población antiqueña.

 

El dirigente, a través de una misiva enviada a la Gobernación, expuso su inconformismo con el tratamiento que están recibiendo las canales de ganado bovino para el consumo humano. (Lea la carta en este enlace)