La situación del sector lechero en el país ha causado desazón entre los ganaderos. La problemática se ha hecho evidente en las últimas semanas, debido a que las pasteurizadoras decidieron bajar el pago de la leche entre $20 y $100.

 

Si bien el sector se vio seriamente afectado por fenómeno de El Niño, causando graves pérdidas en 2015 e incluso en este 2016, este no es el problema que más preocupa a los productores. (Lea: Nestlé y los ganaderos caqueteños le apuntan a la lechería sostenible)

 

De hecho, la inquietud más grande se da por cuenta de las consecuncias de los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea, que han aumentado los volúmenes de importación de leche en polvo. Estos llegan con un valor más bajo que el del líquido producido en Colombia, por lo que las pasteurizadoras prefieren comprar afuera que al interior del país.

 

Los costos de las materias primas, los insumos, los medicamentos, el transporte, entre otros, son demasiado altos, sobre todo en un país donde muy pocos ganaderos se han tecnificado. Y ni qué hablar del abuso de la industria lechera, que maneja el valor a su antojo.